Los días 5 y 6 de julio del año pasado fuimos invitados a
participar en el XII encuentro
de Taichichuan de Madrid. Realizamos para aquella ocasión un taller sobre
el modelo de trabajo de la
transformación en el Taijiquan de
la familia Wang y una exhibición en la que expuse personalmente un pequeño
fragmento de la forma Yi Lu Lao Jia
del estilo Chen de Taijiquan.
Este evento, uno de los más importantes que se
celebran anualmente en España, es una oportunidad para compartir práctica y
conocer a muchos otros amantes del arte marcial que practicamos. Creo que, como
iniciativa, debería estar más apoyada por las administraciones aunque,
finalmente, ve la luz gracias al esfuerzo y dedicación de personas como Luis
Soldevila y el Círculo de Taijiquan del
Retiro que de forma incansable proponen y promueven esta oportunidad de
difusión e intercambio del Taijiquan
para todo el colectivo del que formamos parte.
En la presentación de mi exhibición se describió el
trabajo que presentaba como una forma de Taijiquan
del estilo Chen «no oficial», algo a lo que ya estamos acostumbrados.
Personalmente no le doy ninguna importancia a esta etiqueta porque es muy
cierta, realmente nuestro Taijiquan
no es oficial en la medida de que no existe un modelo «oficial» de Taijiquan.
Esta anécdota nos invita a reflexionar sobre un detalle
que considero de máxima utilidad para circunscribir de la forma más efectiva
posible los parámetros de nuestro trabajo. La oficialidad o no de una forma o
estilo se confunde inevitablemente con el concepto de popularidad apuntando a
un mayor número de practicantes o una mayor difusión mediática de otros modelos
de trabajo.
A estas alturas de la vida del Taijiquan sería necesario fijar una realidad que a veces se pasa
por alto. El arte en su conjunto, y en sus diferentes interpretaciones, es un
modelo vivo de expresión marcial enmarcado en un cuerpo de conceptos y
filosofía de entrenamiento que varía de una familia, maestro o practicante a
otro. Negar esta realidad es negarle su vigencia y vitalidad evolutiva.
Las visiones que los grandes maestros son capaces de
desarrollar a partir de lo que la tradición les ha transmitido son, en realidad,
la mayor riqueza manifiesta de un arte marcial como el Taijiquan. Al igual que ocurre con cualquier expresión artística,
los estilos cambian y las personas que los aprenden y desarrollan acaban
fundiéndose con ellos en una expresión personal de conceptos universales de
dinámica corporal, filosofía marcial, teoría y estrategia de la progresión en
el entrenamiento y procedimientos propios del arte.
Nos gustaría en este post reflejar esta realidad
exponiendo diferentes vídeos en los que podemos ver cómo cada gran maestro ha
hecho su personal interpretación de lo aprendido a lo largo de sus vidas. Todas
estas exposiciones son fruto de la práctica e investigación personal de cada
uno de ellos. Sus experiencias como artistas y como personas se muestran en su
particular forma de ver la estructura y la dinámica de ejecución de cada una de
las técnicas de la forma.
Las críticas de estas exposiciones sobran si no están hechas desde la altura que le corresponde a estos maestros y sus
trabajos, sin embargo, la apreciación de las sutiles, a veces evidentes,
diferencias entre cada uno de ellos nos permitirá comprender mejor la vitalidad
intrínseca del arte y su manera de evolucionar en otras mentes, otros cuerpos,
otros corazones y otros espíritus. ¿Qué sería en realidad lo «oficial» de todo
esto?:
VÍDEOS DE LA FORMA YI LU DEL ESTILO CHEN
EJECUTADA POR DIFERENTES GRANDES MAESTROS
- Maestro Chen Xiao Xing
- Maestro Chen Xiao Wang
- Maestro Chen Zheng Lei
- Maestro Wang Xian
- Maestro Zhu Tian Cai