viernes, 20 de marzo de 2009

Primer curso de Tai Ji Chen con la Maestra Wang Yang 2009


CURSO PRIMERO 2009
FECHA: 18/04/2009-19/04/2009
LUGAR: CENTRO FLUXUS
C/ Paco Miranda 1 – 952264471 - 665668713
HORARIO
SÁBADO 18
10:00 A 13:00
DOMINGO 19
10:00 A 13:00 y 17:00 a 20:00
PRECIO CURSO
100 €
Plazas limitadas. Diferentes grupos de nivel: Principiante, intermedio y avanzado.

miércoles, 18 de marzo de 2009

¿Cómo describimos TaiNostrum?

TaiNostrum es una asociación dedicada al estudio, investigación, desarrollo, integración y difusión de los estilos tradicionales bioenergéticos en el ámbito de la sociedad actual y su afectación a las culturas de la humanidad, tales como el Tai Ji Quan y sistemas sinérgicos o compatibles. Entre sus objetivos destacan la coordinación y cooperación con organizaciones de tipo cultural, deportivo, científico, social, tecnológico, pedagógico y económico para desarrollar sistemas integrales interdependientes que adopten la lógica del movimiento bioenergético en lo individual y colectivo del ser humano.

En el ámbito del Tai Ji Quan surge como una necesidad de desarrollar este arte respetando sus orígenes integradores, cosmológicos, meditativos, terapéuticos, espirituales, sociales y marciales, sin descartar sus vínculos directos con aquellos elementos generales que constituyen el entorno en el que evolucionamos.

Como arte marcial entendemos el Tai Ji Quan como un sistema completo que abarca todos los elementos humanos susceptibles de entrar en conflictos que delimiten o desequilibren la natural expresión del ser.

Salud, comprensión, inteligencia o despertar son sinónimos en el contexto de este arte integral transmitido por generaciones de maestros dedicados a su investigación y desarrollo.

En nuestra actual sociedad, el Tai Ji Quan resulta una propuesta esperanzadora para lograr reestablecer el equilibrio perdido en todas las facetas de la vida.

El trabajo físico indiscriminado se ha impuesto a la lógica coherente de un trabajo corporal, mental y espiritual que nos aproxime a las leyes reales de la naturaleza, no sólo aquellas que aparecen en los libros de biología o física, sino a las que subyacen en las experiencias más profundas e intuitivas del individuo desde la génesis de la humanidad.

Nuestro proyecto trata de recuperar esta lógica alejándose de las propuestas basadas en opciones puramente profesionales, deportivas, estéticas o apartadas de los conceptos que movieron a los antiguos maestros taoístas a comprender los argumentos de la vida, las razones de nuestra inteligencia y los cauces por los que discurren nuestras energías y nuestro destino.

¿De dónde nace TaiNostrum?

Como practicantes, estudiantes y profesores a la vez, de diferentes sistemas marciales chinos, el Tai Ji Quan ha supuesto desde nuestra primera incursión en sus materias, una ventana a un mundo ilimitado de perspectivas y de congruencias de difícil localización en sistemas o propuestas de similar tinte sociocultural en el ámbito de las artes marciales.
Convencidos de la necesidad de establecer en el Tai Ji un lenguaje propio de nuestra cultura sin tocar nada de lo que la tradición nos ha regalado, abordamos el desarrollo de metodologías, sistemáticas de estudio, búsqueda de modelos de práctica óptimos para recuperar el potencial equilibrador que sin duda contiene, en la esencia de sus conceptos, este compendio de conocimientos.
La historia conceptual y profunda que nos han comunicado algunos de los grandes maestros con los que hemos tenido la suerte de encontrarnos, nos habla de un arte sin parangón, en el que el individuo navega a dos aguas entre lo lleno y lo vacío para comprender su esencia intermedia. Nos comunica el placer de sentirnos, de escucharnos, de disfrutar la existencia desde la sensación profunda de estar conectados a la tierra sin simbologías que nos trasladen o aparten de la real experiencia de nuestro ser conectado a un cielo que es mucho más que azul. Sentir, descubrir los límites de nuestro cuerpo cuando los límites de nuestra mente se van disolviendo, mientras encontramos la diferencia entre inhalar y exhalar siendo testigos en el proceso respiratorio de la creación de nuestro universo en todos los planos que ocupamos, físico, sutil, espiritual y vacío.
El Tai Ji Quan nos habla de puertas, nos habla de ceder, nos invita a la transformación para fluir con la vida en todos sus contextos. Cuando practicamos encontramos el sentido de buscar y comprendemos que no podríamos vivir sin trasladar nuestro placer a otros seres que también resultan ser parte de nosotros.
Nuestra intención de base, en un sentido completamente altruista, es la de propiciar el descubrimiento real de una práctica que sobrepasa cualquier barrera impuesta por la cultura, el lenguaje, la psicología humana y los intereses que siempre andan de por medio.
Vivir desde el Tai Ji nos parece una búsqueda que merece el esfuerzo de comunicarse. Sin duda ese es el verdadero motivo de que nos planteemos TaiNostrum.

¿Quienes son nuestros profesores?

Francisco J. Soriano

Inicié mi práctica marcial a temprana edad arribando en mis primeros pasos, allá por el año 88, en el Centro Tibet, dirigido por el maestro Miguel Padrón Acosta. Es con él con quién inicié una relación de estudio y aprendizaje de diferentes sistemas marciales chinos (Hung Gar, Wu Shu, Xing Yi, Ba Gua y San Da) que concluyen en la concreción del Tai Ji Quan como una matriz que contiene la quinta esencia de todo lo aprendido en los restantes estilos.
Sin aportarme, en un principio, la relevancia que finalmente determinó mi carrera en este terreno, compaginé el estudio del Tai Ji Quan con los restantes sistemas aprendidos, compitiendo en diferentes modalidades de artes marciales chinas hasta el año 2000, fecha en la que abandoné definitivamente la competición para dedicarme a la docencia. En este caminar me nutrí de formaciones ocasionales con algunos de los más refutados maestros de las artes marciales de dentro y fuera de nuestro país: Fidel Font (San Da), Carlos Moreira (Hung Gar), Zhang Xiao Yang (Wu Shu deportivo), Alain Caudine (Chen Shi Tai Ji), Zhu Ruiqi (San Da), Wang Xian (Chen Shi Tai Ji), Huang Kang (Chen Shi Tai Ji), Yuan Hong (Chen Shi Tai Ji), Chan Kowk Wai (Shaolin Quan), Yuan Zhu Mo (Shuai Jiao).
Es en el año 2000 cuando encontré al maestro que marcó un cambio radical en mi visión general del Tai Ji Quan, hasta el momento. El maestro Thomas Cantegrit me mostró una visión concreta del arte conectada a sus reminiscencias más personales en el ámbito de la práctica marcial, estableciendo vínculos de coherencia entre la práctica interior del Tai Ji Quan, la medicina tradicional china y la lógica marcial del estilo; un detonante a partir del cual toman cuerpo los trabajos marciales anteriores en el grupo de estilos practicados. Trabajé con este maestro el estilo Yang de Tai Ji y la lógica real del Tui Shou y del San Shou de la que extraje conclusiones del máximo interés para el desarrollo de programas didácticos dentro de la práctica marcial del sistema. De su relación con él, tanto maestro/alumno, como de nuestra amistad personal, surgió el vínculo de trabajo con la que será el desenlace y continuidad de este trabajo iniciado de la mano del maestro Thomas, la maestra Wang Yang. Como expresión viva de la práctica profunda y real del Tai Ji, en la observación de su práctica percibí la esencia de algo no visto hasta entonces, la realidad plasmada en una forma de vivir el arte. Vida y práctica no se diferencian en esta gran maestra, hija de uno de los grandes maestros de China (Wang Bo).
Desde el año 2004 he mantenido mi formación con estos dos maestros excepcionales configurando una línea definitiva de búsqueda en mis propuestas de estilo y de práctica real. Al desarrollar las labores de promotor, director y profesor del Centro Kan Li en Málaga, me centré definitivamente en la docencia de artes marciales chinas difundiendo las bases de trabajo del Tai Ji Quan y sentando las bases para una escuela centrada en el estudio del Tai Ji de la familia Wang. En este centro se gestó una nueva generación de profesores de Tai Ji Quan en Málaga que colaboran en la difusión de los trabajos marciales adquiridos hasta entonces y con los que comparto el aprendizaje del Tai Ji Quan de la familia Wang. Tal es el caso de Mónica Vega con la que comparto, además de una relación personal, la vida marcial profunda que nos llega desde Thomas y Wang Yang, colaborando con ellos en la difusión y presentación de esta visión sin precedentes del Tai Ji.
En la actualidad dirijo el módulo de artes marciales y artes psicofísicas del Centro Fluxus en Málaga, soy vicepresidente de la Asociación Nacional de Clubes de Artes Marciales Chinas y responsable del departamento de estilos internos de dicha federación. Ostentó el grado de Maestro Nacional de Tai Ji Quan y Kung Fu por la Federación Andaluza de Lucha y por la ANCAMC, en la que desarrollo programas de competición y difusión del Tai Ji Quan, cursos de formación de profesores y materiales docentes tanto en el ámbito de las artes marciales chinas como en el de la medicina tradicional china y el Qi Gong.

Mónica Vega

Desde siempre había sentido fascinación por el mundo oriental y la filosofía que subyace en las artes marciales, un mundo que despertaba mi interés por la mezcla de exotismo, disciplina, valores profundos y búsqueda del equilibrio. Aunque mi vida había seguido derroteros muy dispares a estas inquietudes, esa semilla siempre se mantuvo en mi interior y poco a poco fui indagando en aspectos culturales que culminaron en mi inicio de la práctica en el año 2003. Gracias a una serie de numerosas circunstancias y «coincidencias», en ese año toqué las puertas del recién inaugurado Centro Kan Li, donde pude iniciar el camino en el que ahora me encuentro inmersa y que ya constituye mi vida.
El destino me permitió, por fin, desarrollar mi práctica marcial en este centro en el que confluyeron muchos artistas marciales de diversas disciplinas y maestros de la mejor calidad tanto humana como marcial. En el año 2003 comencé a practicar Tai Ji Quan de la mano de Francisco Soriano, que me mostró siempre una manera coherente de entender este arte como algo más que un ejercicio bueno para el cuerpo. Me enseñó a profundizar en esta práctica con paciencia, perseverancia y ausencia de expectativas. Con él empecé a sentar unas bases que hoy sigo revisando y asentando (trabajo para toda una vida, ahora lo sé) y comprendí que se puede llevar una práctica interior sin despegar los pies del suelo. Comencé a practicar las formas simplificadas de los estilos Yang y Chen, de forma paralela al trabajo más tradicional de la mano de otro maestro, Thomas Cantegrit. Aunque mi trabajo actual con él se centra en el estilo Chen, mis primeros pasos en sus enseñanzas discurrieron por la forma tradicional de 108 movimientos de Yang Shao Hu. El trabajo con la forma tradicional me aportó una visión más enriquecedora, no carente de esfuerzo, de la práctica del Tai Ji Quan.
En mi interés por seguir en la vía de un estudio más tradicional, realicé cursos sobre estilo Chen con la escuela de Wang Xian, complementados con seminarios a cargo de su discípulo Alain Caudine. El desarrollo de las espirales me suscitó muchísimo interés y decidí seguir indagando en este terreno con mi maestro, Francisco Soriano, y otros representantes de este estilo.
De este modo, realicé cursos también con el maestro Huang Kan Hui y talleres con el maestro Zhang Fang.
Pese a diversas incursiones en otras formas tradicionales y sistemas de estudio del estilo Chen, desde 2004 he mantenido mi trabajo ligado al estudio natural y espiral de la maestra Wang Yang, a la que tuvimos la suerte de conocer gracias al maestro Thomas Cantegrit. Desde ese año, he asistido a numerosos cursos con ella y con su padre, el maestro Wang Bo y día a día descubro más de mí a través de ese trabajo.
Tras participar en diversas competiciones y exhibiciones, consideré que había llegado el momento de centrarme en la docencia y difusión de esta práctica y trabajé como monitora de Tai Ji Quan durante dos años.
TaiNostrum supone una oportunidad de investigar, difundir y compartir esta práctica que, sin duda, podemos convertir en un manual de vida. Nos abre las puertas a una disciplina que podemos adaptar a nuestras posibilidades físicas, que podemos integrar en el día a día y que nos permite aportar equilibrio a todo lo que somos y nos rodea.